A muchos nos cuesta tener sentimientos amorosos porque nuestros corazones están encerrados en una rígida caja torácica que bloquea el corazón y la expresión de los sentimientos tiernos.
El objetivo de la terapia es el autodescubrimiento y se llega a él en tres etapas:
1) Conciencia de sí: Percibir el cuerpo y sus sentimientos por debajo de la máscara.
2) Expresión de sí: Si los sentimientos no se expresan, se los suprime y uno pierde contacto consigo mismo.
3) Adueñamiento de sí: Conocer lo que se siente.
La terapia es un viaje de autodescubrimiento. No es rápido ni sencillo, y en el no faltan los momentos de miedo. En algunos casos puede llevar mucho tiempo, pero su retribución es saber qué no se ha vivido en vano.
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