Hay personas que al descubrir que sus parejas se masturban se sienten engañadas o incluso atacadas. “Por lo menos lo harás pensando en mi, ¿verdad?”. Esta actitud genera problemas donde no los hay.
La masturbación en las personas adultas sirve para mantener activo el deseo, que es como una flor delicada a la que hay que cuidar y regar diariamente. Si mantienes activo tu deseo, este crece, se desarrolla y florece. Y florece no solo para ti, sino florece para que lo uses y disfrutes con tu pareja. Tu masturbación va a hacer que tu cuerpo desee tener más placer y busques ese placer en la otra persona.
Y hacerlo no significa en absoluto que quieras menos a tu pareja, que la desees menos. Al contrario, igual que te cuidas y arreglas para verte bien y para que tu pareja te vea bien, la masturbación también sirve para cuidarte, verte bien y que tu pareja te vea bien y te disfrute. El placer de la masturbación también mejora la autoestima, relaja tensiones y amplifica el deseo de sentir, de disfrutar.
“Pero… ¿y en que piensa mientras lo hace?” La fantasía es libre, absolutamente libre y sea lo que sea que usemos para activar nuestro deseo en la masturbación no tiene por qué significar nada más que eso, que es un simple activador de nuestro deseo para llevarnos al placentero orgasmo que nos embellezca en cuerpo y ánimo. Los celos de nuestra pareja son problema suyo.
Fuente: Iván Rotella. Sexólogo
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