Con el tiempo he comprendido que amar no es enamorarme.
Enamorarme es más bien drogarme, soñar, idealizar y confundirme.
Enamorarme es sólo el ansia de ser salvado y admirado.
Amarte es más bien darte y no tanto qué tu me des.
Amarte no es lo mismo que quererte para mí.
Amarte es querer que tú seas feliz.
Amarte tiene que ver con que mi amor propio rebose naturalmente hacia ti.
Amarte es dejarte entrar a ti y a todas las turbulencias que aparezcan.
Amarte es dolerme en las desilusiones que se me despierten.
Amarte no tiene nada que ver con “El amor”.
“El amor” es ideal. Es demasiado grande.
“El amor” son expectativas que más tarde se convertirán en frustración.
Amarte es estar presente para ti y todo lo que traigas.
Amarte es intentar conocerte día a día, soltando mi ideal.
Amarte es estar dispuesto a desnudarme frente a ti.
Alberto Martín-Loeches
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