Logotipo Terapia Gestalt Madrid
La tristeza me ha atrapado otra vez

Llevo un par de días que me siento una mierda. Me siento solo, no tengo pareja y mis amigos no están. Pienso que mi vida es un fracaso y siempre lo será. Nadie quiere estar conmigo.

Lo bueno es que he decidido escribir sobre esto, encararlo, para ver si así lo manejo mejor.

Me acuerdo que este pozo en el que caigo de vez en cuando es un patrón mío. Es una especie de hipnosis, una ola emocional que pasará, como las demás.

icono_terapia_gestalt_madrid_acurrucada

Recordar todo esto me hace colocarme en otra posición que me ofrece alivio y perspectiva.
De hecho, solo con ponerme a escribir sobre lo que siento, ya me he salido un poco de mi drama y me siento mejor.

Como cada vez que me pillo metido en el pozo, lo que hago (ahora mismo lo estoy haciendo) es acordarme de que estoy poseído por mi niño interno herido mirando el mundo a través de sus gafas irracionales. Dentro de su burbuja no veo las cosas como son de verdad.
No! No! No! (Pongo límites al drama).
Esto es un estado hipnótico del que voy a salir.

Esta herida del pasado que se ha activado necesita atención compasiva. !Vale!
Invoco a mi adulto consciente para desde aquí proporcionar el espacio, la claridad y la distancia necesarios para hacer frente a esa tristeza y no caer en las reacciones de siempre.

Respiro unas cuantas veces tratando de poner un poco de espacio entre mi tristeza y yo. Así me convierto en su testigo.

No es fácil, porque lo automático es seguir evitando esta tristeza; soy un profesional de la represión… Pero los años de terapia me han enseñado que cuando evito el dolor acabo más angustiado, jodido y perdido, porque me alejo de mi mismo.

Dejo de alimentar los pensamientos negativos… que son una historia antigua que me cuento….
Suelto el drama… No dejo que el pasado siga interfiriendo en mi presente… Dejo de dar el poder a este niño herido tremendista. Me acuerdo que el dolor no es el problema, sino lo que pienso acerca del dolor.

Sin embargo, tengo que reconocer que si estoy sufriendo una soledad y una decepción real… Si que se ha frustrado la expectativa que tenía estos días de estar acompañado. Y esto si que tengo que procesarlo.
Y para eso si que me ayuda la tristeza… la tristeza real, la que me baja a tierra, me conecta conmigo, con mi intimidad, con mi verdad, con mis límites… y me obliga a digerir lo que me ha pasado..

Cierro los ojos, me pongo la mano en el pecho y siento mi tristeza… Ella tiende a inundarme, pero yo, como presencia consciente, la rodeo y la tranquilizo…
Y respiro… y no hago nada más…
Yo soy grande… ella solo es una parte mía…
Le digo a mi niño interno que estoy con él… Que yo no le voy a abandonar

Se que acompañar esta tristeza real me ayuda a liberar la decepción… me ayuda a soltar mi expectativa no complida… me ayuda a adaptarme a la nueva situación…

Me ayuda acordarme de uno de mis maestros, Jeff Foster, y sus enseñanzas:
Es saludable no entrometerte y dejar que duela la desilusión… Haz espacio a que esa energía se mueva y cumpla con su sagrada labor, con su trabajo inteligente… Es una vieja amiga que está haciendo su trabajo de limpieza…
Es saludable adueñarte de tu dolor

Y respiro… Un buen rato… procesando… digiriendo… a su ritmo…
Y siento que algo se está integrando… Algo se está disolviendo… Algo se está colocando…
Y ahí sigo…

.
Alberto Martín-Loeches

.


.

Otras reflexiones interesantes:

Las heridas de la infancia

La vida no vivida

10 cosas que deberías saber sobre la psicoterapia

¿Cómo sanar los celos?

Desarrollando mi intuición

Buscando el sentido de mi vida

¿Qué es amar?

¿Cómo superar una ruptura sentimental?

La diferencia entre el dolor y el sufrimiento

.
.
.

Otros artículos:

Descubre más desde Terapia Gestalt Madrid

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo