1-Reconozco mis propias necesidades
2.-Equilibro mis dos polos: lo que necesita mi cuerpo (sensaciones) y lo que me impone mi cabeza (pensamientos)
3.-No dejo que nadie me invada, ni a mí ni a mi territorio.
4.-Reconozco que no por depender de los otros, voy a ser más querido.
5.-Me acepto tal y como soy en este momento.
6.-Analizo mis ideas contradictorias y busco el equilibrio, para no “calentarme más la cabeza”
7.- Aminoro mis ambiciones y mis prisas.
8.- Dejo la testarudez, dejo de “darme cabezazos” contra la pared.
9.-Dejo fluir mis emociones, sin temor que esto me haga “perder la cabeza”
10.-Trato de vivir mi sexualidad.