Es imposible ser más o mejor de lo que eres en este momento.
Deja de decir: “Puedo hacerlo mejor.” Es inútil, patético y cruel contigo mismo.
No te pierdas en el laberinto de los hubiera, de los podría, de los debería; es un callejón sin salida y un juego en donde llevas todas las de perder.
Respeta tus equivocaciones. Tus errores te conectan a los demás seres, que también sufren y se equivocan como tu.
Los errores te obligan a quitarte la ropa sucia y enfrentar tu más verdadero y desnudo ser. Te hacen tan humilde que ahora puedes volver a ser agua y honrar tu ilimitada naturaleza.
Ningún ser humano se ha vuelto interesante por el hecho de no fallar. Cuanto más fallas y te recuperas, mejor persona te vuelves.
¿Conoces a alguna persona a quien todo le ha salido bien sin haber luchado? Por lo general tienen la profundidad de un charco. O no existen.
Andréa Balt
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