Cuando todavía somos niños y niñas emocionalmente, y nos encontramos atraídos hacia alguien hasta el punto en el que creemos que es el/la indicad@, lo que realmente estamos diciendo es: “Esta es la persona que puede hacer por mi lo que yo no estoy suficientemente maduro para hacer por mi mismo”.
La “pasión” proviene siempre de una insuficiencia en nuestro propio cuerpo emocional.
Cuando nos enamoramos, encontramos a alguien que refleja los asuntos que tenemos que resolver dentro de nosotr@s.
En realidad, cuando entramos en la danza inconsciente llamada “romance”, la posibilidad para experimentar la intimidad auténtica es improbable.
La pasión siempre aparece cuando intentamos obtener algo del otro. Y luego viene la desilusión.
Michael Brown –
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