La moda del mindfulness está llegando a España y aunque la simplificación puede volver más apetecible la meditación, corremos el riesgo de resumir tanto que perdamos el fundamento.
El acomodar la meditación a una técnica de mercado puede llevar a una desafortunada desnaturalización y banalización de esta antigua práctica, cuyo objetivo es mucho más que aliviar una jaqueca, reducir la presión sanguínea o ayudar a los directivos a estar más centrados y ser más productivos.
La mayor parte de las opiniones científicas y populares que circulan por los medios han retratado el mindfulness en términos de reducción de estrés y mejora de la atención.
Pero el mindfulness, entendido y practicado dentro de la tradición budista o advaita es mucho más que eso. Su propósito es trascender la mente y los pensamientos para conectar con nuestra verdadera naturaleza.
Bhikkhu Bodhi, un monje budista occidental ha advertido: “Ausentes de critica social aguda, las prácticas budistas pueden ser fácilmente utilizadas para justificar y estabilizar el estatus quo, convirtiéndose en un refuerzo del capitalismo consumista“.
Inspirado en: Más Allá del McMindfulness, por Ron Purser y David Loy